viernes, 27 de junio de 2014

Farsa bajo la lluvia

Él, atraviesa la oscuridad y ella descubre en sus ojos su luz al final del túnel.
Ella susurra palabras imprecisas que el transforma en música.
Él  le muestra los nueve círculos del infierno en cada caricia,
ella se vuelve impura cuando el roza su piel.
La noche los arropa y los deja convertidos en dos cuerpos yuxtapuestos que juegan a complementarse  mutuamente.
Las estrellas iluminan dos siluetas sumergidas en la negra pasión del cosmos.
Abrazados bajo la lluvia danzan al ritmo de sus ganas.
A ella le tiemblan los labios de frío,  a él le arde la sangre de pasión.
Ya no importan las miradas de inquisidores transeúntes.
Ella deja que la desnudez de su pecho brille ante los ojos de él.
Él recorre con sus manos las raíces de su ser,
dejando una húmeda estela de placer.
Ella enreda sus dedos en las barbas de su amado,
intentando tejer nuevas utopías en sus mejillas sonrojadas.
La claridad prevalece en el ojo de la tempestad.
La lluvia se aleja de ambos,
la magia desaparece sin dejar rastros
El tiempo huye  en busca de unos ojos presurosos,
Ahora, el escupe los besos que ella plasmo en su carne.
Ella sonríe porque no le queda un hueco en su ser que no esté empapado de él.
La noche, metamorfoseada en un día nefasto anuncia nuevas penas.
Él  la hacía trizas con cada palabra,
ella, inmuta le escuchaba.
No tenía valor para desvanecerse ante aquellos ojos que una vez le habían devuelto la vida y que ahora se la arrancaban sádicamente.
Ella agoniza,
él es feliz porque cree haberse liberado de ella.
Pero es tarde,
él ha inhalado su alma y ella permanecerá eternamente junto a él.
En cada respiro recorrerá toda su piel una y otra vez…
Una y otra vez.