Mí presencia aquí no fue elección mía;
A mi pesar el destino me acosa
para que me vaya.
Levántate, envuelve un trapo
a tu cintura, mi Sakí,
Y embriágate para alejar la miseria
de este mundo.
Si hubiera sido mi elección,
¿habría venido?
¿Y en que me habría convertido?
¿Qué mejor fortuna podría
haber hallado
Que no venir, devenir o incluso ser?
No hay comentarios:
Publicar un comentario